Intrigado por las recomendaciones y la nueva propuesta gastronómica de Oliver, decidí ir a probar su cocina y comprobar por mí mismo qué tan buena era.

Un ambiente elegante y acogedor

Al entrar a Oliver Miraflores, me cautivó su ambiente elegante y acogedor. La decoración moderna, la iluminación tenue y la música ambiental creaban una atmósfera perfecta para disfrutar de una buena comida.

Nuevos sabores en Fred Chicken

Mi principal motivación era probar los nuevos platos de Fred Chicken, una propuesta que ha revolucionado la carta de Oliver. Me decanté por dos opciones:

  • París: Un delicioso pollo empanizado con salsa de champiñones y queso parmesano. La combinación de sabores era exquisita, y el queso aportaba una textura cremosa que me encantó.
  • Texas Chef: Un sándwich de pollo a la plancha con tocino, queso cheddar, cebolla caramelizada y salsa BBQ. Un clásico reinventado que no decepcionó.

Bebidas refrescantes y un postre irresistible

Para acompañar la comida, pedimos un par de bebidas refrescantes, perfectas para combatir el calor del verano que aún no se va.

Y para finalizar la experiencia con broche de oro, no podía faltar el postre. El cheesecake de frutos silvestres se robó todas las miradas. La textura suave y cremosa del cheesecake se combinaba a la perfección con la acidez de la salsa de frutos silvestres, creando una explosión de sabores en la boca. Lo mejor de todo es que podías diluir la salsa a tu gusto, lo que lo hacía aún más personalizable.

Platos del día a precios accesibles

Además de la carta regular, Oliver ofrece platos del día a precios accesibles, una opción ideal para aquellos que buscan una comida rápida y deliciosa sin gastar mucho dinero. Me dijeron que los precios comienzan desde S/25, lo que me parece una excelente opción.

Oliver: Una experiencia para repetir